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Corrida regia de 1906. Crónica de Don Silverio

[Don Silverio (José Trabado) en ABC, 3 de junio de 1906]
Quince minutos antes de la hora señalada para dar principio a la corrida, la Plaza presenta un aspecto encantador. En palcos, tendidos, gradas y andas predomina el bello sexo. La Reina Victoria hace la señal para que comience la fiesta. Gran ovación y ¡vivas! en el público.

La Reina Victoria da orden para que se suelte el primero de los tres toros del duque, que ha de ser rejoneados por los dignos oficiales Sres. Luzumáriz, Romero de Tejada y De Benito.

El de Veragua es jabonero, gordo, bien colocado de pitones y manso. Ayudan a los rejoneadores Fuentes, Bombita y Machaquito. Los Sres. Luzumáriz y Romero de Tejada quiebran cuatro rejoncillos, mostrando gran valor y ser unos jinetes superiores. (Ovación). Cambiada la suerte, el espada Limiñana brinda a los Reyes y base en busca del manso. Tres pases, una atravesadísima y dos intentos. La Reina le obsequia con una botonadura.

Segundo bicho: berrendo en negro y con buenos pitones. Un gran rejón de De Benito, otro ídem del mismo caballero, uno pasado, otro en una pata, y uno colosal del Sr. Luzumáriz, cuatro rejoncillos más ponen entre los dos caballeros, y a matar. Corchaíto, después del brindis regio se enreda a mantazos con el bicho para una tendida; más pases y una tendenciosa; un intento tocando algo, y dobla el cornúpeto. Palmitas y regalo regio.

Tercero: berrendo y con lo suyo en la cabeza. De ayudantes Cocherito, Regaterín y Bienvenida. Los Sres. Romero de Tejada y De Benito colocan dos rejones que hacen doblar al buey. El veragua se levanta, y Manolete brinda, rodilla en tierra, a los Reyes, y base a terminar con el moribundo. Llega Manolete adonde está el veragua y éste dobla para siempre. Regalo de S.M. la Reina a Manolete.

LIDIA ORDINARIA.

Antes de empezar la parte ordinaria, el pueblo vuelve a vitorear a D. Alfonso, a doña Victoria y a doña María Cristina.

Primer toro de Veragua: berrendo en negro, grande, gordo y con buenos pitones. Fuentes torea por verónicas superiormente. (Palmas). Los hermanos Carriles y Cachiporra pinchan seis veces, por cuatro caídas y un caballo. Americano y Moyano dejan tres pares de las de lujo. Fuentes brinda por los Reyes de España. Una faena larga y deslucida y una baja, emplea Fuentes para finiquitar al bicho (Palmas y regalo de la Reina Victoria).

Segundo de Anastasio Martín, colorao, ojo de perdiz y bastante leña. Entre Salsoso y Carranza le tientan la piel seis veces y el de Anastasio se venga dándoles cuatro batacazos de órdago y matando un penco. Algabeño y Regaterín muy lucidos en la brega. Bazán y Pollo Posturas colocan tres buenos pares de rehiletes y pasamos al último tercio. Algabeño brinda a los Reyes. Hace una faena muy sosa para un pinchazo bueno. Más pases y una corta en lo alto. (Palmas y regalo).

El tercero de la lidia ordinaria pertenece a la ganadería de Miura y es negro, grande y con lo suyo en la cabeza. Bombita da un cambio de rodillas, ganando palmas regias y plebeyas. Moreno y Cantaritos pinchan al miureño cuatro veces por otras tantas caídas y dos víctimas. Banderillean los maestros. Machaquito coloca un par superior. Bombita, después de adornarse mucho, deja otro par sublime, y termina Morenito con uno bueno. Ricardito brinda, como sus compañeros, a los Reyes de España. Con mucho valor, arte y pupila torea al bicho de Miura, hasta lograr hacerse con él. Entra bien, y deja media superior; saca el estoque, descabella y Ricardo se gana un regalo de los Monarcas y una ovación grandísima del público. ¡Muy bien, D. Ricardo! Así siempre y ¡viva Sevilla!

De Pérez de la Concha es el cuarto toro, de pelo castaño, bragao y con buenos pitones. Zurito y Gordo ponen seis varas, cayendo en tres y feneciendo tres desgraciados potros. Bombita y Machaquito torean al alimón, mientras Cocherito vuelve a la res, arrodillándose al final los tres maestros. (Ovación). Vuelven a parear los matadores. Machaquito intenta el cambio tres veces y luego deja un gran para al cuarteo. Cocherito, uno superior, y cierra el tercio Bombita, dejando los suyos en todo lo alto del morrillo. (Ovación a los tres espadas). Machaquito brinda como sus compañeros. Hace una faena vistosa y valiente para un gran pinchazo; un volapié superior y el diestro de Córdoba es obsequiado con una ovación formidable y un regalo regio. ¡El rey del valor!

Antes de aparecer en la arena el quinto bicho, abandonan los Reyes y su acompañamiento el palco regio entre una delirante ovación y ¡vivas! También se oyen varios ¡viva la presidenta! Y ¡vivan las inglesas españolas!

El quinto bicho es de Pablo Romero, ensabanao, capirote en colorao y puesto en cabeza. Con bravura y poder toma cinco varas por cuatro caídas, dando ocasión a que los espadas se luzcan en quites. Fuentes brinda un par de banderillas al tendio nueve ú séase la sucrusal de la gloria. ¡Qué angelitos! Después de dos cambios sin clavar, cambia otra vez y deja medio par. Las hermosas del nueve, arrojan a Fuentes una gran cantidad de flores. Antonio coge unas cuantas y las guarda como recuerdo. Cocherito torea cerca y valiente dando algunos pases buenos para un pinchazo saltando el estoque. Otro pinchazo saliendo empitonado y cayendo al suelo y una atravesada. (Palmas).

Sexto bicho, de Hernández, castaño y bien colocado de pitones. Regaterín da dos lances superiores y un recorte ceñidísimo. (Muchas palmas). De Chano y Chanito aguanta el bicho cuatro picotazos y les larga dos volteretas casi mortales. Blanquet y Mejia adornan el morrillo de la res con dos y medio pares de banderillas. (Palmas a los nenes). Regaterín brinda al Sr. Cortinas, que ha quedado de presidente. El primer pase, ayudado, lo da con las rodillas en tierra. (Ovación). Sigue Antonio pasando muy cerca de los pitones, adornándose y oyendo ¡olés! En cada pase. Iguala el bicho y el madrileño arrea p’alante con riñones y fatigas, resultando un volapié magistral. (Gran ovación). La faena de muleta, soberbia, y la estocada a volapié neto, colosal, y la ovación despampanante. ¡Es un matador de toros! ¡Viva Madrid!

Séptimo. De Gómez, colorao y con dos pitones. Sin gran codicia recibe cinco caricias de los de aupa, por cuatro tumbos y tres difuntos. Bienvenida banderillea con tres buenos pares. Coge muleta y estoque, y toreando como le permiten las condiciones de la res, para una caída. Sigue la faena valiente el niño, y con unos pinchacitos más, dados con su miaja de alivio, nos echa a la calle el señor de las de Bienvenida.

Lo mejor de la corrida, la Reina Victoria, como Reina, como mujer y como presidenta, inmensa de gracia, hermosura y sencillez. Después, el tendido nueve. ¡Qué tendido más bien aprovechado! ¡El disloque en mujeres hermosas! Y de los toreros, Bombita, Machaquito y Regaterín. ¡Viva Sevilla, Córdoba y Madrid! O ¡viva Madrid, Córdoba y Sevilla! Como ustedes quieran.